En los
códigos de ética que tienen las organizaciones, los cuales fueron diseñados
según las necesidades particulares y específicas de cada una de ellas, podemos
encontrarnos con la presencia de virtudes morales que se plasman como
principios éticos y que son necesarias para poder conseguir el objetivo de la
realización de mismo y de éste modo alcanzar todos los objetivos y metas
planteadas por la organización.
Las
virtudes son parte esencial y elemental de nuestras vidas y rigen la manera en
que nos conducimos por la vida, lo que hacemos, pensamos y decimos, el modo en
que nos relacionamos con los demás y nuestro desarrollo profesional. De modo
que éstas deben estar presentes siempre en cada uno de nosotros y se les debe
ser otorgada la importancia tan impactante que tiene.
Sea cual sea nuestra profesión las virtudes morales tienen un papel protagónico en el cómo nuestro desarrollo profesional vaya a darse, la manera en que entablaremos nuestras relaciones y el tipo de resultados que obtendremos Hay que mantener y reforzar las virtudes con las que ya contemos y estar en una lucha y esfuerzo constante para poder adquirir aquellas virtudes morales de las cuales carecemos, dejar atrás todos nuestros vicios, el camino hacía una vida con virtudes morales, que nos otorgue equilibrio y armonía, se encuentra en cada uno de nosotros, en la perseverancia y voluntad que se tiene para ser cada día mejores.
Sea cual sea nuestra profesión las virtudes morales tienen un papel protagónico en el cómo nuestro desarrollo profesional vaya a darse, la manera en que entablaremos nuestras relaciones y el tipo de resultados que obtendremos Hay que mantener y reforzar las virtudes con las que ya contemos y estar en una lucha y esfuerzo constante para poder adquirir aquellas virtudes morales de las cuales carecemos, dejar atrás todos nuestros vicios, el camino hacía una vida con virtudes morales, que nos otorgue equilibrio y armonía, se encuentra en cada uno de nosotros, en la perseverancia y voluntad que se tiene para ser cada día mejores.
Aprendamos a valorar lo que realmente es necesario para
poder desarrollarnos como seres humanos y aquello que simplemente no hace otra
cosa más que obstaculizarnos, no nos dejemos caer en los vicios o las
deficiencias, vivamos en equilibrio, con valores y principios.
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